Por: Ing. Gustavo Presman
Hace poco asistimos a una “batalla” legal por establecer la validez de unos correos electrónicos obtenidos en una pericia informática efectuada en el marco de una causa penal mediática en la que estos correos resultarían relevantes y que además servirían como prueba para múltiples causas que se desprenderían de la original.
La situación se originó cuando peritos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires establecieron que no se habría mantenido la cadena de custodia de los discos rígidos peritados que anteriormente habían sido analizados por la Policía Federal Argentina sin resultado positivo.
Al parecer la Policía Federal no habría utilizado procedimientos de buena práctica forense al conectar los discos rígidos para su análisis sin ninguna protección que impida la escritura sobre los mismos y dejó impactado en los mismos la fecha y hora de la pericia que ellos mismos estaban realizando, contaminándola al mejor estilo de una persona que ingresa a una escena del crimen sin guantes e impregna la misma de sus propias huellas dactilares.
Por esta razón el juez consultó a un experto sobre cuáles son los alcances de no haber seguido esas buenas prácticas forenses, concretamente le preguntó si los correos extraídos podrían haber sido alterados por este accionar, a lo cual el perito contestó negativamente de modo que el juez aceptó como válida la prueba aún frente a una grave falla de procedimiento.
Más allá de ser un defensor ferviente de las mejores prácticas forenses con el objeto de ofrecer las máximas garantías de inalterabilidad a todas las partes, especialmente en un tema tan complejo para el común de la gente como lo es la evidencia digital o evidencia electrónica, es necesario tener en cuenta que para procesar evidencia informática es imprescindible contar con personal altamente capacitado y equipamiento adecuado para su recolección efectiva.
Este hecho nos hace reflexionar una vez más sobre la necesidad de tener fuerzas de la ley capacitadas y con las herramientas necesarias para hacer un trabajo profesional, de esta forma se podría dar respuesta efectiva a las necesidades de justicia y no sería necesario realizar “pericias sobre las pericias”.
